martes, noviembre 30

 

Pinochet, mala hierba

Juzgar a Pinochet

(De izquierda a derecha: el general de Policía Cesan Mendoza, el general de la Marina Jose Toribio Merino, el general Pinochet y el general de Aviación Gustavo Leigh, en la ceremonia celebrada en septiembre de 1973.)

En unas semanas se publicará el informe entregado al presidente de Chile, Ricardo Lagos, que recoge los testimonios de los torturados durante la dictadura del General Pinochet. Mala hierba, inmundo animal podrido al que gotea su nariz sentado con una manta al calor de su chimenea.
En ese compendio se enumeran las vejaciones de los cuerpos represivos del régimen pinochetista: agresiones sexuales; aplicaciones de electricidad; quemaduras con sopletes; inmersiones en aceite y petróleo; extracción de uñas con alicates; fusilamientos simulados; introducción de ratas vivas en la vagina; violaciones con perros enloquecidos; a una mujer la obligaron a tener relaciones sexuales con su padre y su hermano...
No lo comprendo, ¿cuándo estalló la cabeza de aquellos tipos? ¿Por qué?
El mundo está desequilibrado. No hay orden ni reglas ni tesis ni compensaciones, pues para cuando te has hecho a la idea, los hechos te sacuden. Mala hierba... ¿y la otra parte?


_____________________________________________________________________________________________

sábado, noviembre 27

 

Trayectorias

Las vocales que Dalí no pronunciaba.
Moussaka y Rioja.
Nos hemos ido sin pagar, no me di cuenta.
Panettone, Parmesano, Pavimento.
Préstame tu bolsillo, se me hielan las manos.
Je me souviens de Jack Johnson.
Menta.
Entras en la habitación y todo es hermoso.
En las paredes cuadros, colores, dibujos.
La luz del Sol baja y naranja.
El olor de la madera.
El silencio jugando afuera con los pájaros.
Sobre la mesa, MATAR; qué palabra.
Y luego “puede matar”, y me estremezco.
¿Por qué te joden con eso los pobres diablos
de las autoridades?
Entrando en mi casa sin permiso.

Brindo por la parte consumida.
Porro y Baden Powell.
Os expulso.

La trayectoria Coltrane,
Franz Ferdinand, Fonollosa,
Iggy and The Stooges, café, la Rusalka.
Veintisiete formas para nombrarte.

Pásame el abridor.

Se hizo de noche.


_____________________________________________________________________________________________

miércoles, noviembre 24

 

Los que suscriben piden disculpas a aquellos que aquí se pronunciaron, por la involuntaria supresión de sus manifestaciones. Siempre serán bienvenidos, exhorten pues lo que quieran. En fin, el lenguaje no entiende de espacios privados.

Naranjas y supuestos.


_____________________________________________________________________________________________

sábado, noviembre 20

 

Hay mañanas en que pierdo el hambre y sigo bostezando durante horas, exento de urgencias, fabulando con todo. Como en esas ocasiones, hoy las cosas no van conmigo y sigo bostezando. Anoche apreté fuerte el acelerador, puedo sentarme a esperar. Tengo tiempo. We insist, Max Roach.

_____________________________________________________________________________________________

jueves, noviembre 18

 

Sólo porque quisiera gritar a todos los que están sentados, escupir en sus archivos, cantarles, morderles, patalear cualquier objeto, limpiar mis zapatos, correr de punta a punta, quitarme la ropa maldita, las cuerdas, hacerles muecas dolorosas, secarme el sudor, manchar la moqueta, lanzar bolas de plata, quemar al portero, meter las flores en el frigorífico, oler la suficiencia de cerca, pasar la aspiradora, llegar vestido de sacerdote, fundir las pantallas, ser insultado, forcejear con las corbatas, tener excusas, sólo por las excusas, sólo porque quisiera darles excusas y decir"levantaos y largaos ya de aquí, moscas", y todos largarse como moscas volviéndose para mirar como sigo gritándoles "largaos, moscas de mierda" porque me siento mejor y no porque lo sean, y pintarme las pestañas con fluorescente y líneas de rojo inclinadas en la cara, bailar, girar en círculos y convencerme, sí, convencerme antes del minuto de miedo que en un momento u otro sucumbe, frío y pesado y viscoso, lleno de imágenes entrañables, cuando hay que detener la contrición y pisar los retratos de la memoria, declinar los espejos, no mirarse bajo ninguna circunstancia, no recordar a nadie, no pensar en ese cuarto de hora contigo, fumando en un banco, no recordar la música, las cosquillas, el pan caliente, y esperar a que suban los bomberos, los consejeros, los contables, los enfermeros, los domadores de tigres, los músicos, los carteros, los electricistas, los químicos, los repartidores de butano, los presentadores de certámenes, los alcohólicos, los mecánicos, los poetas, los cruppieres, los militares, los informáticos, los jardineros, los economistas, los jueces, los libreros, los peones, los creyentes, los educadores sociales, los payasos, los camareros, los taxistas, los terapeutas, los coreógrafos, los proxenetas, los arquitectos, los estudiantes, los carniceros, y con el botón en la mano decir: "porque no ha servido para nada"

_____________________________________________________________________________________________

sábado, noviembre 13

 

-Dime, hombre enigmático, ¿a quién amas tú más?
¿A tu padre, a tu madre, a tu hermana, a tu hermano?
-Yo no tengo ni padre, ni madre, ni hermana, ni hermano.
-¿A tus amigos?
-Os servís de una palabra cuyo sentido desconozco hasta hoy.
-¿A tu patria?
-Ignoro bajo qué latitud está situada.
-¿La belleza?
-De buena gana la amaría, diosa e inmortal.
--¿El oro?
-Lo odio, como vosotros odiáis a Dios.
-¿Pues qué es lo qué amas, extraordinario extranjero?
-¡Amo las nubes... las nubes que pasan... allá lejos... las maravillosas nubes!

Charles Baudelaire, Spleen de París


_____________________________________________________________________________________________

This page is powered by Blogger. Isn't yours?